Una conmovedora carta a la selección Argentina esta circulando por las redes sociales, Manuel un joven de 20 años deja un claro mensaje a lo flamantes Sub campeones de la copa del Mundo.
Transcribimos la carta:
Mi nombre es Manuel, tengo 20 años y soy Argentino. Soy de una generación que no vivió el Mundial del 78 ni el Mundial del 86. Ni siquiera la final del 90. Esos son recuerdos de una época que no fue nuestra.
Recuerdos copas con goles históricos de Maradona, de la hazaña de Kempes, Fillol, Pasarella y compañía, no existen en nuestra memoria. Son momentos que no vivimos, momentos que no fueron nuestros.
Nacimos fanáticos por hechos que no fueron presenciamos, de glorias que nosotros no alcanzamos y con ídolos que no vimos jugar. Nacimos con la ilusión de ganar una copa del Mundo, de repetir aquello que nuestros padres habían vivido, pero nunca, ni siquiera habíamos estado cerca.
Crecimos con un Mundial del 2002 que fue lejano y nos golpeó. Crecimos con el 2006 y el 2010, teniendo una esperanza que no se cumplió. No sabíamos lo que era pelear una copa del Mundo. Nada bueno parecía ser nuestro.
Nuestro si era el exitismo. Nuestra era la mentira de que el segundo era el primero de los perdedores. Nuestra era la mentira de que no se podía morir de pie. Nuestra era la mentira de que no podríamos pelear por la gloria. Nuestra era la mentira de que no podía,os tener ídolos, que jugadores eran los de antes. Era nuestra la mentira de que después de 90 minutos los jugadores no tenían piernas para correr 30 minutos más.
Todo eso era nuestro, hasta hoy. Esas mentiras ya no son nuestras. Nuestra generación nunca había vivido una final del Mundo y ustedes nos la regalaron, nunca la ilusión había llegado tan lejos. Nos regalaron la posibilidad de creer en un sueño, nuestro primer sueño. Nos regalaron el darnos cuenta de que sus paridos eran también nuestros partidos, que sus triunfos eran nuestros triunfos y que los ídolos odían empezar a ser nuestros.
Nos regalaron el darnos cuenta que a la cancha entraban 11, pero que había mas de 40 millones que no dejaban de acompañarlos.
El sueño fue nuestro, Ustedes éramos nosotros. Las gambetas de Lío fueron nuestras gambetas. Nuestras fueron las manos de Chiquito contra Holanda. Nuestras fueron las garras de Mascherano y la de todos al sorrer 90 minutos y seguir 30 mas. Nuestros fueron los goles de Angelito y del Pipita. Nuestras fueron las palabras de Mascherano antes de cada partido y nuestros fueron los abrazos y los triunfos. Nuestra fue la Gloria de haber dejado todo. Todo fue nuestro.
Gracias por desmentir todas las mentiras con las que nacimos, gracias por volver nuestras, la importancia del esfuerzo y el sacrificio. Gracias por hacernos sentir a todos los que nunca habíamos vivido, que la sensación de pelear por la Gloria también podía ser nuestra. Gracias por unirnos a todos.