Cada vez son más los estudiantes de todo el mundo que deciden realizar un intercambio académico durante su formación. Y las universidades han entendido que la internacionalización de sus alumnos es una de las claves para la preparación de los profesionales del mañana. De hecho, una de las líneas sobre las que se avanza es el dictado de convenios de doble titulación, donde los estudiantes accedan a un reconocimiento de sus saberes en dos universidades diferentes.
Sólo en la UNL, uno de cada ocho graduados cursó un tiempo en alguna universidad del exterior. Y del resto, la mayoría compartió un aula con algún estudiante extranjero. La Secretaría de Relaciones Internacionales (SRI) de la UNL trabaja fuertemente no sólo en promover nuevas opciones de intercambio sino también en acompañar a los estudiantes que participan de esas experiencias, tanto argentinos como de otros países.
En ese sentido, compartieron la experiencia de Agustín Arnau Short, oriundo de San José de Feliciano, quien cursa durante cinco meses en la Universidad Mayor de San Andrés en Bolivia y es alumno de la Licenciatura en Sociología, quien contó: “A medida que avanzaba en la carrera comencé a tomar conciencia de que a la sociología, en tanto práctica inminentemente relacional, la hacemos entre todos. Esto me motivó a viajar y conocer otras maneras de ver la realidad. La UMSA es la unidad académica pública más grande del país. Las cátedras, a diferencia de la FHUC, no se dividen en clases prácticas y teóricas sino que cada profesor aúna actividades de extensión, investigación y charlas magistrales dentro de las mismas. Con los estudiantes extranjeros provenientes de Suecia (Gotemburgo), España (Santiago de Compostela) y Alemania (Munich) comparto enriquecedores momentos a pesar de vivir en diferentes lugares. En lo que va del viaje he estado con gentiles personas que se han brindado incondicionalmente”.
Y agregó: “Si bien ya conocía Bolivia, me di cuenta de que no conocía Bolivia. Al parecer los lugares se impregnan cuando se los habita, cuando se es parte de ellos. Sus empinadascalles, las decididas bocinas, sus rostros, sus ritos, su pluriculturalidad, balbucear el idioma aymara, sus montañas que suelen esconderse en las nubes, sus grandes ventas callejeras, sus puestos de comida por doquier, el frío de sus mañanas, las lluvias de marzo y un dejo de timidez que desaparece después de ofrecer un mate caliente, todo ello, siempre, tiene algo que mostrar, mucho para enseñarnos y un sinfín de experiencias por descubrir”.
Por su parte, Agustina Huespe –que está estudiando en la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil– contó: “Siempre quise hacer un intercambio para estudiar en otro país y conocer su cultura, sus hábitos y su gente. Me enteré de la convocatoria por la web, por información de la facultad, y decidí inscribirme. Como no me quedan muchas materias por hacer, creí que era el momento indicado para realizar la movilidad. Es una experiencia increíble, donde no sólo se crece académicamente sino que también se aprende a vivir con otras personas, a compartir gustos diferentes y, en mi caso, a comprender la cultura brasileña. Fui muy bien recibida, tanto por los estudiantes de la UFMG como por los habitantes de aquí. Siempre bien predispuestos para ayudarnos, enseñarnos comidas, lugares y costumbres. Estoy muy contenta ¡y con muchas ganas de quedarme! De a poco todos vamos aprendiendo el idioma y las formas de hablar, así que nos estamos adaptando cada vez mejor”.
Requisitos
Existen distintos tipos de intercambios y becas para concretarlos y cada uno tiene requerimientos específicos. Pero, en general, es necesario contar con un porcentaje de materias aprobadas (sobre la totalidad que incluye el plan de estudio) y, además, tener un buen promedio. También suma manejar idiomas extranjeros para posicionarse mejor.
Fuente Uno Santa Fe