El enorme ofidio fue hallado reptando de manera accidental por una familia que arribaba a su domicilio. Cercano a dicho sitio jugaban varios niños pequeños. También aparecieron otros ejemplares de la especie a pocos metros de donde fue encontrada la gran serpiente. Luego de muerta fue quemada.
En el mediodía del sábado el vecindario circundante de calles Tratado del Pilar y Monte Caseros fue sorprendido por la aparición de la enorme yarará de 2,05 metros que se deslizaba por el borde de la vereda de la vivienda de la familia Saucedo, en momento en que éstos arribaban a su domicilio. La señora divisó al ofidio reptando tranquilamente después que ella desciende del automóvil y antes de abrir la puerta de la casa.
Don Pocho Saucedo fue alertado por su esposa pero, hasta que se hizo de un elemento con el cual  golpear e eliminar al ofidio, el animal ingresó a un local que la familia destina a depósito. Allí, la serpiente se trepó por una silla, lugar de donde fue sacada y muerta.
Si no fuera interceptada por los Saucedo, tal vez el reptil proseguiría su recorrido por la vereda hacia donde jugaban inocentemente varios niñitos. Además de la sorpresa, los vecinos de dicho sector de la planta urbana se mantienen en alerta pues presumen que podría caber la posibilidad de la existencia de otros ofidios de la misma especie ya que fueron hallados y muertos más ejemplares, aunque de menor envergadura, en las cercanías.
Fuente Eduardo Miño Corresponsal Tal Cual San Jaime