Isidro Antúnez, nació el 23 de Mayo de 1948 en Estancia "Los Tres Solos" y se crió en Paraje Víboras del departamento Feliciano, cuenta su amiga de la infancia, Elvira Silveyra Dávila, que vive en La Verbena y con quién compartió la niñez y adolescencia. Ella lo llama "hermano del corazón".
Según recuerda, asistieron juntos a la Escuela Nº 24 de la Hierra y mantuvieron una relación estrecha de amistad, eran casi como hermanos hasta que Isidro debió hacer el servicio militar en la ciudad de Concordia cuando tenia 21 años de edad. Luego viajó a Buenos Aires a buscar otros rumbos y una salida laboral. Al cabo de unos años Isidro regresó para buscar a sus padres y llevarlos a Buenos Aires.
En esa etapa de la vida, Elvira e Isidro perdieron todo tipo de contacto hasta el año 2003, cuando Isidro vino a cumplir una promesa a "Lázaro Blanco", el chasqui milagroso, de quien era devoto relata Elvira a Realidad Regional. En dicha ocasión, se contactó con un hermano de Elvira y luego pudo reencontrarse con "Ina"como él la llamaba. Desde ese momento hasta la actualidad, la relación había vuelto a ser la de antes y los viajes de Isidro y Margarita Barrientos a Feliciano para visitar a sus amigos se hicieron frecuentes.
"Estoy muy golpeada. QEPD Hermano " concluyó visiblemente afectada.
Isidro Antúnez, el marido de Margarita Barrientos, activista social y fundadora del comedor "Los Piletones", murió en Añatuya, a los 68 años, este martes por la tarde.
[caption id="" align="aligncenter" width="900"] Elvira en la actualidad[/caption]
El hombre estuvo al frente de la obra donde funcionará un hogar de ancianos y de niños en la llamada Capital de la Tradición santiagueña. Antúnez sufrió una descompensación el pasado sábado y fue internado en una clínica local donde finlmente falleció.
Hoy dejó este mundo, se fue, su alma estará dando vueltas hasta volar a algún lado luminoso, Isidro Antunez, un hombre que fue niño- peón- trabajador rural hasta los 17, que aprendió a sumar y a restar con un palo en la tierra para contabilizar los camiones de arroz, analfabeto hasta su juventud, imperfecto, padre de diez hijos, trabajador incansable a pesar de tener un brazo menos, gran constructor de la Fundación Margarita Barrientos, gran compañero de vida de Margarita. Un tipo recto, simple, rústico, que salía a cirujear para dar de comer a los chicos de la villa Los Piletones, que tuvo sus épocas bravas, que se esforzó por dar a sus hijos el ejemplo de que el trabajo era lo único que los podía salvar. Y así murió, trabajando en Añatuya donde la Fundación construye un hogar para ancianos.
Fotos: Realidad Regional
Fuente: Realidad Regional y Tal Cual