Más de 40.000 jóvenes argentinos iniciaron hoy su viaje a Río para encontrarse con el Papa en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), cuyos organizadores reforzaron las medidas de seguridad a raíz de nuevas protestas sociales, algunas violentas, en el país vecino.
El contingente local será la delegación extranjera más numerosa entre las que desde el lunes desbordarán las calles de la ciudad carioca, delante de la representación de Estados Unidos y por detrás de los anfitriones brasileños.
Fuentes del Equipo de Pastoral Juventud dijeron a DyN que las inscripciones para la JMJ "superaron todas las expectativas" y atribuyeron esa convocatoria a "la motivación extra de tener un Papa argentino y reencontrarse con él" apenas cuatro meses después de su elección pontificia.
"Los chicos y chicas se han preparado espiritualmente para participar activamente como peregrinos y no como turistas", dijo a DyN el sacerdote Mario Miceli, coordinador nacional de los grupos que asisten a la JMJ.
Ocho micros con jóvenes porteños salieron esta tarde de la catedral metropolitana y esperaban llegar a Rio el lunes, horas antes del arribo del papa Francisco a Brasil para una semana de intensa actividad, en el marco de la JMJ y el primer viaje apostólico fuera de Roma tras su elección pontificia el 13 de marzo pasado.
En tanto, jóvenes de villas porteñas subían a otro micro con cuidado extremo una imagen de la Virgen de Luján que pretenden dejar en la favela de Río que visitará el jueves el Papa.
La mayoría de los peregrinos connacionales tienen entre 14 y 35 años. La mayoría pertenece a grupos parroquiales, otros a movimientos eclesiales como los Focolares o los Neocatecumenales y un buen número a la Acción Católica y a los scouts.
Mientras, en Brasil crece la expectativa y el Comité Organizador de la JMJ asegura que "está todo listo" para recibir el lunes al Papa en tierra latinoamericana.
En tanto, las autoridades políticas reformaron las medidas de seguridad, pese a que el pontífice pidió un operativo "light" para su estadía en Río.
Sin embargo, las protestas de las últimas horas con quema de carteles de la JMJ y los choques de manifestantes con policías hicieron que las autoridades elevaran de 12.000 a 14.000 el número de policías y militares que se desplegarán por la ciudad la semana próxima.