El juez Javier Beltramone, a cargo de la causa de la tragedia de Rosario, dispuso esta tarde la libertad del gasista matriculado Carlos García, de 55 años, el único detenido por el caso, imputado por estrago culposo agravado.
De esa manera, el magistrado hizo lugar al pedido de la defensa y anunció que en los próximos días tomará una "batería de medidas probatorias".
Según pudo saberse la decisión del juez se fundaría en la ampliación de la declaración indagatoria que realizó esta semana, donde habría aclarado puntualmente su labor, señalando enfáticamente que al darse cuenta que no iba a poder detener el escape de gas salió a la calle, intentó comunicarse con la guardia de Litoral Gas, la proveedora, y con el 911, y no logró respuesta.
De esta decisión puede inferirse que el magistrado apunta su investigación a la falta de control de la empresa, ya que el matriculado se había presentado ante la misma para anoticiar el trabajo que iba a realizar ante la denuncia de una pérdida de gas en la válvula instalada en el acceso al inmueble de Salta al 2100 de la ciudad de Rosario.
Junto a García había quedado detenido su ayudante, Pablo Miño, de 26 años, pero luego recuperó su libertad.
