Envió una carta a la Conferencia Episcopal argentina en la que destaca el coraje apostólico de Brochero, quien fue beatificado hoy.
El papa Francisco expresó su alegría por la beatificación de José Gabriel Brochero, "el cura gaucho", al que definió como un "pastor con olor a oveja" y "pionero" a la hora de llevar el amor de Dios a las "periferias geográficas".
En una carta dirigida a la Conferencia Episcopal de Argentina y fechada hoy, Francisco alabó el "coraje apostólico" de Brochero (1840-1914), quien fue beatificado hoy en Traslasierra en una ceremonia presidida por el cardenal italiano Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos (Brochero ya es beato y tiene su día en el santoral: el 16 de marzo).
"Que finalmente el cura Brochero esté entre los beatos es una alegría y una bendición muy grande para los argentinos y devotos de este pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres, que luchó siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que hizo y continúa haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro pueblo sufrido", afirmó el papa argentino.
"El cura Brochero -añadió- tiene la actualidad del Evangelio. Es un pionero en salir a las periferias geográficas y existenciales para llevar a todos el amor, la misericordia de Dios. No se quedó en el despacho parroquial, se desgastó sobre la mula y acabó enfermando de lepra, a fuerza de salir a buscar a la gente, como un sacerdote callejero de la fe".
En este sentido, el papa Jorge Mario Bergoglio, exarzobispo de Buenos Aires, destacó cómo el sacerdote argentino supo salir "de la cueva del egoísmo mezquino que todos tenemos" y pudo "conquistar también para Dios a personas de mala vida y paisanos difíciles".