Un día, un paciente entró por su propio pie en un hospital, dos semanas después, salió con una pierna amputada por debajo de la rodilla. Perdió esa extremidad porque padecía diabetes pero no se había dado cuenta de que tenía una herida en un pie. Facundo Noya fue uno de los testigos de esta dramática situación, y ello le motivó a diseñar algo que supliera la falta de sensibilidad en las extremidades que sufren las personas con diabetes.
Años después, ese algo se ha materializado en Ebers, una plantilla inteligente que monitoriza cada pisada para prevenir que el usuario acabe sufriendo una amputación. Gracias a este invento, Noya se ha convertido en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2018 de MIT Technology Review en español.
La diabetes conlleva la destrucción de los nervios sensitivos. Esta falta de sensibilidad hace que lo que una persona sin la enfermedad percibiría sin problemas, pase desapercibido en un paciente diabético si no se realizan exámenes oculares regulares. E incluso así, muchas veces las úlceras aparecen de modo subcutáneo, invisibles hasta que es demasiado tarde.
Ebers ofrece unos sensores de presión a lo largo de toda la suela, con mayores concentraciones en las zonas de la planta con las que normalmente se ejerce más fuerza al caminar. De esta forma, en cada paso, la plantilla recoge los datos de presión de estos puntos y los compara con el patrón normal del usuario. Esta comparación le permite detectar cualquier desviación producida por la presencia inadvertida de un objeto extraño (una pequeña piedra, por ejemplo) antes de que provoque una herida o la incipiente aparición de una úlcera.
"Además de la presión, la plantilla mide la temperatura y la humedad relativa, lo que sirve para detectar una inflamación en fase temprana", explica Noya. El objetivo es medir cualquier elemento que pueda indicar la posible aparición de una úlcera para avisar al usuario. Cuando esto sucede, recibe una alerta en su teléfono mediante la app que recoge todos los datos generados por la plantilla.
"Además de la presión, la plantilla mide la temperatura y la humedad relativa, lo que sirve para detectar una inflamación en fase temprana", explica Noya. El objetivo es medir cualquier elemento que pueda indicar la posible aparición de una úlcera para avisar al usuario. Cuando esto sucede, recibe una alerta en su teléfono mediante la app que recoge todos los datos generados por la plantilla. "El tratamiento habitual para un pie diabético implica la adquisición de una plantilla que cuesta unos 200 euros", comenta el joven argentino. Por menos de ese precio los usuarios pueden adquirir la versión de plantilla inteligente de Noya, además de una suscripción anual a la aplicación. La eficacia del dispositivo ya está siendo probada en hospitales de Argentina y España, y Noya calcula que dentro de un año estarán disponibles en el mercado.
El director de la Unidad de Valorización de la Investigación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de la República de Uruguay, Atilio Deana, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2018, considera que el proyecto de Noya "es excelente". En su opinión, "la tecnología está bien planteada desde su origen y el impacto social y económico que podrá tener será alto".