El gobernador de Córdoba admitió que no hay "forma de parar el fuego" que arrasó con miles de hectáreas de vegetación y provocó cientos de evacuados, y consideró "imposible pensar en detener" las llamas "hasta que llegue la lluvia".
De la Sota, sobrevoló la zona afectada por el incendio, y aclaró que en la provincia "no necesitamos colectas de ningún tipo" y pidió a la gente actuar con "tranquilidad" y "no acercarse a la zona" serrana porque, afirmó, "está todo bajo control" con brigadistas y "ayuda a las personas evacuadas".
"Con una sequía de cuatro meses y vientos cruzados, no hay forma de parar el fuego", sostuvo De la Sota, y agregó que "es imposible pensar en detenerlo hasta que llegue la lluvia".
Asimismo, dijo que sus "meteorólogos pronostican que las condiciones climáticas serán peores en las próximas 48 horas, con una temperatura de 40 grados y vientos de entre 50 y 60 kilómetros por hora".
"Ya tuvimos muchas pérdidas ambientales y materiales pero no de vidas, que es lo que más importa. El fuego avanza, pero tenemos todo para pasar el mal trago: la mejor tecnología, aviones hidrantes y autobombas, equipamiento que es de lo mejor de Argentina", dijo De la Sota en proximidades del foco ígneo de la localidad de Villa Alpina, en el valle de Calamuchita.
Luego, agradeció a la Nación "el envío de gendarmes" al señalar que "se comunicó el gobierno nacional con nosotros en esta emergencia, lo cual nos alegra porque no había ocurrido antes, y puso a nuestra disposición la Gendarmería".
De la Sota remarcó que con el operativo montado hace una semana "estamos cuidando la vida de la población y tratando que no se nos meta el fuego en las localidades". "No perdimos vidas, pero sí perdimos viviendas, nos pondremos a trabajar para reconstruirlas", puntualizó.
El gobernador pidió a la ciudadanía que "no viaje a zona de sierra" para evitar que se expongan a las llamas, que avanzaban en "un frente de 7 kilómetros en la zona sur de Córdoba".