Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Región

Este 7 de septiembre la ciudad de Federal celebra 141 años de su fundación

Este 7 de septiembre, se celebra un nuevo aniversario de la ciudad de Federal, sede del Festival Nacional del Chamamé.

Reseña histórica de la ciudad

A través del tiempo cuatro denominaciones distintas y un mismo pasado histórico fue el común para dar nombre a la ciudad: Las Yeguas, Colonia Antelo, Colonia Federal y finalmente Federal.

Las Yeguas: denominación que comprendía el arroyo, el paraje y el distrito, caracterizado por el numeroso ganado caballar con predominio de yeguas. Esta designación aparece en el empadronamiento censal del año 1803.

Colonia Antelo: el 7 de septiembre de 1880 se crea legalmente la colonia (planta urbana y chacras), inicialmente carecía de nombre, la costumbre y las comunicaciones de los jefes políticos, la habían denominado Colonia Antelo, quien siendo gobernador había firmado el decreto de fundación.

Colonia Federal: Esta designación le correspondió en el año 1884, mediante el proyecto de los diputados Vásquez, Siburu y Martínez, llevando el mismo nombre del distrito en el que se encontraba.

Federal: Congregados 28 vecinos en un mismo espíritu, peticionan a las autoridades provinciales, la creación de una comisión municipal. Aprobada esta solicitud y al año siguiente al realizar las elecciones se constituyeron las autoridades, siendo presidente del Departamento Ejecutivo Municipal Don Antonio Flores. Es así como años más tarde los vecinos en su inquebrantable lucha por su tierra, su historia y su futuro, concretan la creación del Departamento Federal, del cual es cabecera la ciudad. El 3 de marzo de 1884 la cámara de diputados de la provincia impone el nombre de Federal.

Antonio Flores

Considerado como el fundador material de Federal. Nació en Castro del Rey, España, el 24 de junio de 1852. Hombre de reconocida generosidad, realizó un aporte muy valorable en los primeros años de la ciudad. Muere el 20 de febrero de 1914, en la Estancia San Antonio, propiedad de uno de sus hijos, en el distrito Federal.

FESTIVAL NACIONAL DEL CHAMAMÉ

Resulta difícil analizar o tratar de definir que es el Festival Nacional del Chamamé. Una fría calificación periodística afirmaría que se trata de un evento de gran envergadura en lo cultural, turístico y quizás social, que ha permitido a la Ciudad de Federal, lograr una trascendencia muy grande.

Algunos escritores, como Víctor Adolfo Seri, lo califican como “un gran generador de afectos”, ya que su realización a revalorizado términos como amistad, terruño, pariente, etc.; sumadas a un cumulo de sensaciones y emociones motivadas por un incontenible sentimiento colectivo.

Es decir, participar o compartir el Festival Nacional del Chamamé, es más que ver un monumental espectáculo musical o liberar el espíritu a través de un sapucay, que muchas veces resume más que mil palabras.

Seguramente la manera más fácil o simple de definirlo, para quien todavía no lo conoce, será invitarlo a concurrir.

El Cachencho

La historia arranca en los albores del festival, cuando un dibujante paranaense, Abel “chirino” Insarrualde plasma en una caricatura, la imagen de un paisano de la zona. Esa caricatura acompaño las promociones del festival hasta el presente, es más: forma parte del festival.

En el año 1981, llego el 6º Festival Nacional del Chamamé, y un muñeco del tamaño de un hombre, bombacha bataraza, camisa colorada, alpargatas y una verdulera aparecen sobre el escenario “Ernesto Montiel” tocando, mediante movimientos mecánicos, un Chamamé, esa misma noche fue bautizado Cachencho.

A partir de allí nace una leyenda que tiene que ver con el folklore lugareño, poetas y músicos dedicaron a este personaje su inspiración.

La Bailanta

Febrero cubre de chicharras a Federal. La pista “Hormiga Negra” se ve poblada por miles de almas que, atraídas por el embrujo del Chamamé, se apiñan y se sumergen casi hasta la extenuación en el baile; conformando un espectáculo que solamente en este rincón entrerriano se puede disfrutar.

El escenario “Abelardo Dimota” hace revivir el corazón de la bailanta y nuevamente la indumentaria urbana con inscripciones extranjeras compite con las pilchas criollas, disputando terreno. Cuando la música les toca la piel, les hace vibrar el corazón y explotar en las gargantas.

Federal

Ahora en portada

Teclas de acceso