Este 22 de junio nuestro sindicato conmemora 39 años desde su fundación, en 1981.
Casi cuatro décadas de una historia de la que podemos estar orgullosos, porque es la historia de una construcción que nos excede. Empezó mucho antes de que nosotros llegáramos al sindicato –o incluso a la docencia- y continúa, porque esta organización sindical siempre se está haciendo, crece al calor de nuestras luchas y en cada etapa debe afrontar nuevos desafíos.
El desafío de hoy es tal vez uno de los más grandes que nos haya tocado atravesar. Por lo inesperado, por lo abrupto, por su alcance mundial. Pero los y las docentes organizados en AGMER entendimos pronto que la pandemia –y sus consecuencias sobre todos los órdenes de la vida social- debía enfrentarse con mucha solidaridad y conciencia colectiva. Y en eso AGMER tiene experiencia.
Toda nuestra historia se cimentó sobre la convicción profunda de que no existen las salidas individuales y que las reivindicaciones y conquistas de nuestro sindicato son derechos alcanzados, porque son para todos y todas, y forman parte del entramado de luchas y reivindicaciones del pueblo en su conjunto.
Es así como en estos 39 años hemos sido protagonistas de verdaderos hitos históricos, de esos que sólo se logran con organización y colectivamente: la Marcha Blanca, con sus 42 días de paro y la confluencia de toda la docencia del país hacia la Capital Federal rodeando el obelisco en la más multitudinaria movilización de la docencia argentina junto a la CTERA; el comienzo de los `90, con el despliegue de las políticas neoliberales durante el menemato poniendo a los trabajadores en la continuidad de la etapa de resistencia; la Carpa Blanca de la Dignidad, instalada el 2 de abril de 1997, como símbolo de la resistencia al neoliberalismo y espacio de expresión del colectivo de trabajadores ocupados y desocupados; el Frente Nacional contra la Pobreza, que fue el continente organizativo de miles y miles de militantes en toda la provincia y en todo el país; la Marcha por el Trabajo y la Marcha Federal íconos de las luchas de los ´90 protagonizadas por AGMER junto a la CTA; las jornadas del 19 y 20 de diciembre que quebraron la hegemonía del neoliberalismo en Entre Ríos y en el país…
En este contexto que nunca imaginamos y viviendo una experiencia colectiva inédita, somos fieles a esta historia que hoy llega a sus 39 años. Respondemos con solidaridad, organización y conciencia de clase; defendemos –y sostenemos- la educación de nuestros gurises; defendemos los derechos de los y las trabajadoras; enseñamos que cuidarnos es cuidar a los demás y nos duele cada pibe al que no podemos llegar porque las condiciones materiales no lo permiten, como también nos duele cada contagio. Seguimos respondiendo con solidaridad y compromiso, porque jamás nos ha ganado la indiferencia y porque hoy más que nunca nada de lo humano nos es ajeno.