Como cada 7 de agosto, se conmemora al santo patrono, a quien millones de fieles le piden por “la paz, el pan y el trabajo”.
San Cayetano fue un presbítero italiano que nació en Vicenza, en 1480. Su verdadero nombre es Gaetano di Thiene.
Su objetivo era renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes y su principal regla era que sus miembros no debían poseer nada. El primer milagro de Cayetano fue en Venecia mientras visitaba un hospital. Según cuentan, llegó a la cama de una joven a la que estaban por amputarle una pierna debido a la gangrena que padecía. Cayetano le sacó la venda, se la besó y le hizo la señal de la cruz. Al otro día, cuando los médicos se aprontaban para la operación, notaron que la muchacha estaba curada.
El “Santo del pan y el trabajo” murió en Nápoles, a los 77 años, el 7 de agosto de 1547. Fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.