La mitad de los empresarios admitió que remarca sus precios en la misma proporción o más que la suba salarial otorgada a sus trabajadores, reveló la tradicional encuesta de la consultora D’Alessio Irol.
Leandro Selén
En el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), la cita anual que se realiza en Mar del Plata donde se juntan los más altos ejecutivos y presidentes de las principales empresas y grupos económicos del país, la última encuesta de D’Alessio dejó al descubierto lo que hasta ahora parecía solo una hipótesis: que los empresarios ajustan sus precios sin respetar la verdadera ecuación de sus costos.
De otro modo no podría entenderse que 49 por ciento respondiera que sus aumentos de precios los aplica en base al porcentaje en que se incrementan los salarios de su plantilla.
Así, un 29 por ciento afirmó que ajusta en la misma proporción que las subas salariales, y otro 20 por ciento remarcó que aplica aumentos de precios por encima de la paritaria, desde 5 hasta más de 10 puntos porcentuales.
Al respecto, la encuesta reconoció que “continúa el desequilibrio entre precios y costos”.
Asimismo, de quienes respondieron que ajustan en menor proporción que los aumentos de sueldos, 29 por ciento dijo que lo hizo entre 5 y 9 puntos menos; y solo 22 por ciento precisó que aplicó subas que estaban 10 puntos por debajo del resultado de la paritaria.
Tomando como aumento salarial promedio el 24 por ciento, quienes menos aumentaron, ajustaron sus precios 14 por ciento, y quienes más lo hicieron remarcaron un 34 por ciento.
Con todos estos guarismos, y solo tomando como referencia esta encuesta, el aumento promedio aplicado por los empresarios a sus productos fue de 22 por ciento este año.
En este marco, el 58 por ciento de los ejecutivos espera que en 2013 la rentabilidad de sus empresas sea igual, mayor o mucho mayor que este año, lo cual se ubica como promisorio teniendo en cuenta que en 2012, la mayoría de las grandes compañías tuvo un nivel positivo de ingresos.
En ese sentido, el 61 por ciento evaluó que el segundo semestre resultó igual o mejor que el anterior, en el cual se sintió una desaceleración de la economía, no obstante lo cual el 73 por ciento tiene expectativas positivas para la primera mitad de 2013 respecto del final de 2012.
De hecho, para los próximos doce meses, 44 por ciento cree que habrá una recuperación en las ventas.
También hay consenso generalizado respecto de la inversión para el año que viene: la mayoría la ubica en torno al 12 por ciento de su facturación, apenas un punto porcentual por debajo del 13 por ciento de 2010 que fue el más alto en los últimos cinco años.
Aun con este marco de prosperidad, rentabilidad y buenas perspectivas para el año próximo, el 58 por ciento pretende que el Gobierno reduzca los impuestos para seguir acrecentando sus ingresos, en tanto apenas 10 por ciento menciona la necesidad de que se elimine la competencia desleal.
Asimismo, el 51 por ciento aboga por una “clarificación de las reglas de juego”, pero apenas 8 por ciento pide “promoción de mercado de capitales”.
Nuevamente, ante la consulta de “¿Qué factores considera importantes para el mantenimiento del nivel de empleo y la generación de nuevos puestos?”, la respuesta más dada, por el 53 por ciento de los encuestados, fue “incentivos fiscales”.
Además, los salarios se presentan como el mayor desafío para los negocios de 54 por ciento de los empresarios, aun tras nueve años ininterrumpidos de paritarias cerradas sin conflictos de gravedad, y sin afectar la rentabilidad ni la continuidad de estas empresas.
Un dato importante es que apenas un 15 por ciento mencionó la cuestión energética, lo que da cuenta de que no es una situación que los empresarios consideren de riesgo para sus negocios.
En el escenario exterior, el 75 por ciento no dudó en contestar que la mejor estrategia en términos de comercio internacional es una alianza con Brasil para reforzar el Mercosur.
En el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), la cita anual que se realiza en Mar del Plata donde se juntan los más altos ejecutivos y presidentes de las principales empresas y grupos económicos del país, la última encuesta de D’Alessio dejó al descubierto lo que hasta ahora parecía solo una hipótesis: que los empresarios ajustan sus precios sin respetar la verdadera ecuación de sus costos.
De otro modo no podría entenderse que 49 por ciento respondiera que sus aumentos de precios los aplica en base al porcentaje en que se incrementan los salarios de su plantilla.
Así, un 29 por ciento afirmó que ajusta en la misma proporción que las subas salariales, y otro 20 por ciento remarcó que aplica aumentos de precios por encima de la paritaria, desde 5 hasta más de 10 puntos porcentuales.
Al respecto, la encuesta reconoció que “continúa el desequilibrio entre precios y costos”.
Asimismo, de quienes respondieron que ajustan en menor proporción que los aumentos de sueldos, 29 por ciento dijo que lo hizo entre 5 y 9 puntos menos; y solo 22 por ciento precisó que aplicó subas que estaban 10 puntos por debajo del resultado de la paritaria.
Tomando como aumento salarial promedio el 24 por ciento, quienes menos aumentaron, ajustaron sus precios 14 por ciento, y quienes más lo hicieron remarcaron un 34 por ciento.
Con todos estos guarismos, y solo tomando como referencia esta encuesta, el aumento promedio aplicado por los empresarios a sus productos fue de 22 por ciento este año.
En este marco, el 58 por ciento de los ejecutivos espera que en 2013 la rentabilidad de sus empresas sea igual, mayor o mucho mayor que este año, lo cual se ubica como promisorio teniendo en cuenta que en 2012, la mayoría de las grandes compañías tuvo un nivel positivo de ingresos.
En ese sentido, el 61 por ciento evaluó que el segundo semestre resultó igual o mejor que el anterior, en el cual se sintió una desaceleración de la economía, no obstante lo cual el 73 por ciento tiene expectativas positivas para la primera mitad de 2013 respecto del final de 2012.
De hecho, para los próximos doce meses, 44 por ciento cree que habrá una recuperación en las ventas.
También hay consenso generalizado respecto de la inversión para el año que viene: la mayoría la ubica en torno al 12 por ciento de su facturación, apenas un punto porcentual por debajo del 13 por ciento de 2010 que fue el más alto en los últimos cinco años.
Aun con este marco de prosperidad, rentabilidad y buenas perspectivas para el año próximo, el 58 por ciento pretende que el Gobierno reduzca los impuestos para seguir acrecentando sus ingresos, en tanto apenas 10 por ciento menciona la necesidad de que se elimine la competencia desleal.
Asimismo, el 51 por ciento aboga por una “clarificación de las reglas de juego”, pero apenas 8 por ciento pide “promoción de mercado de capitales”.
Nuevamente, ante la consulta de “¿Qué factores considera importantes para el mantenimiento del nivel de empleo y la generación de nuevos puestos?”, la respuesta más dada, por el 53 por ciento de los encuestados, fue “incentivos fiscales”.
Además, los salarios se presentan como el mayor desafío para los negocios de 54 por ciento de los empresarios, aun tras nueve años ininterrumpidos de paritarias cerradas sin conflictos de gravedad, y sin afectar la rentabilidad ni la continuidad de estas empresas.
Un dato importante es que apenas un 15 por ciento mencionó la cuestión energética, lo que da cuenta de que no es una situación que los empresarios consideren de riesgo para sus negocios.
En el escenario exterior, el 75 por ciento no dudó en contestar que la mejor estrategia en términos de comercio internacional es una alianza con Brasil para reforzar el Mercosur.