La Cámara Penal de Morón dispuso que el sacerdote Julio César Grassi cumpla en prisión la condena a 15 años que se le impuso por abuso y corrupción de menores en 2009 y que fue ratificada en segunda instancia al año siguiente. Se trata de la resolución 127/172 que la Justicia dictó el 18 de abril en respuesta a una apelación de la Fiscalía, y los particulares damnificados para que el clérigo cumpla en la cárcel su condena. En este orden, la resolución aclara que se hará efectiva cuando “quede firme el presente decisorio”, lo que implica que quedará detenido como máximo en 20 días si la defensa de Grassi no recurre la medida.“Procesalmente es un paso adelante porque reafirma que Grassi es culpable y que debe ir preso, aunque de hecho desde 2009 a esta parte sigue libre ya que solo estuvo dos meses en prisión domiciliaria”, sostuvo el representante del Comité Argentino de Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn), Juan Pablo Gallego, uno de los particulares damnificados.
Para el abogado que fue apoderado de una de los tres jóvenes de la Fundación Felices Los Niños que acusó a Grassi de abuso sexual y corrupción de menores, el cura “no fue preso porque había que esperar la sentencia firme de la causa de fondo que es la que lo condenó”.
“Esa causa fue apelada, y está en la Corte Suprema de Justicia Bonaerense, que aún debe expedirse”, explicó en declaraciones aTélam.
En tanto, esta resolución de la Cámara Penal de Morón se dio en el marco de otra causa, la que resolverá sobre el régimen de vida que cumple el sacerdote condenado, informó el letrado.
Pero, “según se lee, en la resolución se vuelve a plantear que se hará efectiva cuando quede firme la medida judicial de la Cámara Penal de Morón”.
La causa contra el presbítero católico se inició en 2002 y llegó a juicio oral en 2009, cuando se lo acusó por 17 hechos de abuso sexual y corrupción de menores en perjuicio de tres chicos de la Fundación que conducía.
Fue condenado a 15 años de prisión por 2 de esos 17 abusos en perjuicio de uno de los tres denunciantes, por eso los abogados tanto de la querella como de la defensa apelaron la sentencia.