Con música en vivo y 26 artistas y bailarines en escena, la puesta dirigida por el felicianense, Edgar Vargas se estrena este miércoles en el teatro del Municipio de Lomas. Próximamente actuarán en el mítico Café La Humedad.
La obra narra la historia de un pequeño que se esconde en el interior del país durante los años de la dictadura, hasta que crece y emprende su regreso a la ciudad. Si bien predomina el 2x4, también confluye la música y danza clásica, contemporánea y el flamenco.
La puesta, del director oriundo de Feliciano, Edgar Vargas, cuenta con 26 artistas en escena, entre bailarines, actores y músicos. Este miércoles actuarán en el Teatro del Municipio de Lomas (Buenos Aires) donde ofrecerá sobre su escenario una ambiciosa obra de danza-teatro: Sangre de Tango. Se presenta desde las 21, en Manuel Castro 262, con entrada gratis.
La historia, que se narra desde la danza, el canto y la música, se basa en la vida de un niño que crece junto a su madre y sus dos abuelos en el interior del país, luego de la desaparición de su padre, motivo por el cual habían abandonado la gran ciudad, su lugar de origen.
Yaquinoto (apodo puesto por su abuelo) descubre el mundo del tango a través de su abuelo “Tito”, quien es amante de este género y lo ha vivido en su época de oro: le transmite el gusto y el amor por el tango, lejos de su Buenos Aires. Junto al pequeño repasa sus recuerdos de muchacho a través de los tangos que pasan en la radio.
Su abuela, Bernabella (española de Valencia), aunque todos le dicen "La gallega", lo llena de reproches diciendo “tú aparte de tener sangre de tango, tienes sangre de flamenca, hijo!”.
La obra repasa varias expresiones de este género, desde el tango “al piso”, de escenario o fantasía, fusionado con técnica clásica, contemporánea, expresión corporal y pantomima.
Para la puesta, Edgar convocó a artistas y bailarines de distintos barrios de Lomas, a partir de un trabajo convocado por la subsecretaría de Cultura del Municipio. Entre ellos, participa el grupo "Para qué te traje", del Teatro El Refugio de Banfield.
Fuente y foto: Diario La Unión