La búsqueda de Tatiana Kolodziey, la joven de 33 años que había desaparecido el fin de semana en la capital chaqueña, terminó con el desenlace más temido. Fue hallada sin vida, enterrada en un predio de las afueras de la ciudad. Allí la habría dejado Juan Ernesto Cabeza, chofer del remís que la mujer tomó en la madrugada del sábado para encontrarse con su novio. Nunca llegó a destino.
Cabeza no era un conductor más. En realidad, detrás de él había una historia de delitos aberrantes. En los '90 había sido condenado a 24 años de prisión en la ciudad de Buenos Aires. ¿El motivo? Aprovechándose de su condición de taxista había violado a varias mujeres. Al menos cuatro de ellas lo denunciaron y reconocieron, permitiendo que fuera condenado.
El delincuente, hoy de 53 años, cumplió 16 años de prisión efectiva hasta que hace poco logró su libertad condicional. Luego de conseguir un carné habilitante en un municipio del Gran Resistencia, comenzó a trabajar para una agencia de remises.
El sábado, luego de desencontrarse con su novio, a Tatiana le tocó Cabeza como chofer del vehículo que le enviaron cuando llamó a la remisería para trasladarse desde su casa a la de su pareja.
En un principio, Cabeza negó a los investigadores que hubiera atacado a Tatiana. Pero su relato tenía puntos contradictorios y hoy, pasado el mediodía, confesó el crimen. Dijo que había matado a Tatiana y que la había enterrado a metros de un camino de tierra poco transitado, en las afueras de Resistencia. Los policías encontraron allí el cuerpo.