La AFIP decidió aumentar un 6,7% el Impuesto a los Combustibles a partir del 1° de junio y puso fin al congelamiento de precios que el Gobierno había acordado con petroleras por 60 días en surtidores.
Con este ajuste del gravamen, las naftas y gasoil aumentarán automáticamente un 1,3% (cerca de 40 centavos por litro) a partir de la medianoche del viernes.
Las petroleras más importantes y el Ministerio de Energía habían firmado un acuerdo para congelar los precios por sesenta días el pasado 8 de mayo. Sin embargo, fuentes oficiales aclararon que ese convenio comprendía postergar el traslado a precios de la suba del petróleo y la devaluación, pero no mencionaba cuestiones impositivas.
El congelamiento de precios que acordaron el Gobierno y las empresas YPF, Axion y Shell (que concentran gran parte del mercado) diferirá por sesenta días subas adicionales en las naftas. Según las compañías, el mix de devaluación y suba del barril de crudo requerirá aumentar los precios prácticamente al ritmo de la suba del dólar a partir de julio. El Ejecutivo quiere que eso se haga de manera dosificada.
El 80 por ciento de los costos de las petroleras están dolarizados. El barril de crudo Brent -la referencia para el crudo local- cotiza en dólares y subió más de 25 por ciento en un año en el mundo. A eso se suma la apreciación del dólar contra el peso, del 25 por ciento con el último salto cambiario.