El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri anunció que enviará a la Legislatura un proyecto de ley del que no dio detalles. “No quiero levantar falsas expectativas”, dijo.
La medida consistirá en el envío a la Legislatura de un proyecto de ley del cual no brindó detalles, y afirmó que no quiere “levantar falsas expectativas” con el mejoramiento inmediato del servicio.
“No nos quedaba otra que hacernos cargo”, reconoció Macri durante una conferencia de prensa en el Salón Blanco de la sede de la Jefatura de Gobierno, y consideró que si la Ciudad no toma el control del subterráneo “lo que va a venir a futuro es peor para la gente”.
El líder del Pro informó que se le encargó una auditoría a Transports Metropolitans de Barcelona (la entidad catalana que gestiona el subte de esa ciudad), y que en su informe encontraba “un proceso de deterioro creciente, con foco en los problemas de la línea A”.
El jefe de gobierno reconoció que un año después de firmar el acta acuerdo con la Nación, él y su equipo “llegamos a la conclusión que si no nos hacemos cargo, lo que va a venir a futuro es peor para la gente. A pesar de que esta decisión tenga costo político, debemos reiniciar el proceso de hacernos cargo de la concesión del subte”, enfatizó.
El Ejecutivo porteño enviará a la Legislatura un proyecto del cual Macri no dio precisiones sobre el financiamiento de la concesión del subte ni de la tarifa que regirá en 2013, y señaló que aún “se está terminando de redactar” para enviarlo sin fecha determinada.
A la vez, el jefe de Gobierno tampoco brindó detalles acerca de los cambios que implicará en el presupuesto sumar el servicio de subte, dado que la Ley de Presupuesto 2013 ya fue aprobada por la Legislatura porteña sin contemplarlo.
Además, volvió a insistir con la “deuda” que según consigna mantiene el gobierno nacional de 10 mil millones de dólares en inversiones en el subte, y aseveró que “no es una deuda con el gobierno de la Ciudad sino con los vecinos”.
“Esta convicción de que es mejor ahora (hacerse cargo) la acompaña también el no querer despertar falsas expectativas. Apuntamos a revertir la tendencia de la decadencia y estará todo el esfuerzo puesto en que la calidad del servicio mejore, pero será un proceso lento”, añadió.
Macri -que no cuenta con mayoría absoluta en la Legislatura- pidió a la oposición porteña “que colabore porque hay que aprobar la ley”, y sostuvo que “un traspaso de esta magnitud requiere de tiempo y trabajo”.
Tras finalizar, Macri se retiró acompañado de parte de su gabinete y de diputados nacionales (entre ellos Gabriela Michetti y Federico Pinedo) y legisladores porteños, de los cuales ninguno quiso prestar declaración -se excusaron en que la idea era que prolifere la palabra del jefe de Gobierno-.
En tanto, fuentes oficiales dijeron a Télam que si bien no estaba en condiciones de informar sobre la concesión a manos de Metrovías, “la idea es exigirle ahora que cumpla con la ley”.
En un marco de cerrado hermetismo, las mismas fuentes dejaron entrever que a pesar de que la ley sea aprobada, la Ciudad acuda a la Justicia por el reclamo de fondos adeudados a la Nación: “A eso no se renuncia, aunque no sería parte del proyecto de ley”.
A fines de 2011, la Nación y la Ciudad iniciaron conversaciones para realizar el traspaso del subte a la órbita porteño y se rubricó un acta de traspaso el 3 de enero del presente año, aunque finalmente la gestión de Macri dio marcha atrás.
Igualemente, haciéndose valer de ese acta, la Ciudad incrementó la tarifa del subte a 2,50 pesos aunque luego insistió en varias oportunidades que no le correspondía sentarse a negociar en la paritarias con los trabajadores de la empresa consecionaria Metrovías.