En un nuevo aniversario del 2 de abril, Día del Veterano y los Caídos de Malvinas, continuamos con la reivindicación histórica por los héroes que sacrificaron sus vidas en defensa de la soberanía argentina.
Aquellos jóvenes soldados de la Patria, que ponderaron ante todo la defensa del territorio y del pueblo argentino, fueron expuestos y sacrificados a un enfrentamiento injusto; a una guerra ilegítima orquestada por el Gobierno de facto de Leopoldo Galtieri.
La sangrienta dictadura pretendía, a través de la militarización, dar continuidad a su política de Estado terrorista y genocida. Esta declaración de Guerra del año 1982 marcó un punto de inflexión definitivo y truncó el histórico reclamo de la Argentina ante la comunidad internacional.
Esta fecha convirtió en indeclinable la recuperación de nuestra soberanía; fundamentalmente porque la situación sentó un precedente histórico para todos los argentinos.
En la actualidad, el Gobierno Británico, esconde bajo su discurso del "derecho de autodeterminación de los isleños", sus verdaderos intereses geopolíticos. Busca apropiarse de nuestras riquezas, consolidar su poderosa base militar en un área estratégica del Atlántico Sur y fortalecer sus propósitos en nuestro territorio.
Debe entenderse que no perjudica sólo a los argentinos, sino a todo el pueblo latinoamericano, a quien trata de subordinar en una estrategia globalista. Además incumple con el resto de los países al no respetar las resoluciones emitidas por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Sabemos que no existe apertura a la diplomacia ni al diálogo, pero nosotros mantenemos nuestra firme convicción de la no militarización extranjera. En las antípodas de Inglaterra, solicitamos pacíficamente el cumplimiento y el respeto de las resoluciones emitidas por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
A 35 años de la Guerra de Malvinas, ratificamos nuestra independencia y soberanía nacional, e insistimos en la reparación histórica de nuestros soldados caídos en la ilegítima Guerra de Malvinas.