Rubén Inocencio González fue condenado por el crimen de Adriana Toledo. El juez Elvio Garzón accedió al pedido de la fiscal María Beatriz Garrahan quien había argumentado que se trató de un "femicidio"
La fiscal, Dra. María Beatriz Garrahan, en diálogo con Realidad Regional, manifestó sentirse satisfecha por el veredicto y agregó: "Esto es fruto de un trabajo serio de muchas personas, de los testigos y de las pericias policiales"
38 testigos viajaron desde Feliciano para declarar en el juicio, entre ellos, un menor, cuya declaración fue clave.
Rubén Inocencio González, alias Puchi, de 23 años fue condenado a prisión perpetua por el homicidio de Adriana Toledo, de 23 años, registrado el 1 de abril de 2014 en un camino vecinal de tierra ubicado al cardinal sur del arco de acceso a nuestra ciudad, a unos 300 metros del arco de entrada a feliciano.
El juez Elvio Garzón accedió al pedido de la fiscal María Beatriz Garrahan quien había argumentado que se trató de un "femicidio", delito estipulado en inciso 1º del artículo 80 del Código Penal que prevé una pena de reclusión o prisión perpetua, para quien mate a una mujer como consecuencia de la violencia de género.
Fundamentos de la sentencia
El Dr. Garzón dio al imputado amplias explicaciones de como el Tribunal llegó a esta resolución detallando las pruebas recolectadas a lo largo del juicio y los numerosos indicios que lo ubican como autor material de la muerte de Luciana Adriana Toledo.
Entre estos, la relación sentimental que mantenía con la víctima, algo acreditado por los testigos que comparecieron ante el tribunal. Una prueba de carácter objetiva que corroboró esos testimonios, fue el informe de la Dirección de Inteligencia Criminalista de la Policía, donde tras analizar el contenido de los mensajes de texto del celular de la víctima, dieron cuenta de esa relación.
El segundo argumento del magistrado fue que el acusado tenía antecedentes por actos de violencia, y para eso se basó en la declaración de la ex novia de éste, quien dijo que aún le tenía miedo porque era celoso, agresivo, controlador y que no la dejaba salir. Que la única manera de que cesarán esa relación, fue con la exposición de la madre de esa joven, quien también prestó declaración ante los jueces. Para el juez Garzón, fue contundente un mensaje de texto que comentó la madre de la ex novia de González, en el que le decía: "Si no sos mía, no vas a ser de nadie".
Las actuaciones en el Juzgado de Familia de Familia fueron contundentes para corroborar los testimonios.
La actual pareja de González, también había efectuado dos denuncias en contra del acusado en mayo de 2012 y en marzo de 2013, sumados dos informes médicos y del equipo interdisciplinario de Feliciano que daban cuenta de las lesiones de la mujer. Tras esas exposiciones, al acusado se le había dictado la prohibición de acercamiento por tres meses y debía cesar en esos actos intimidatorios.
Y otro de los argumentos en los que se basó el Tribunal fue que la víctima tenía en su cuerpo, tres disparos de arma de fuego de calibre 32; y si bien nadie vio cuándo González cometió el hecho, si hubo múltiples indicios que así lo indican: entre éstos, el testimonio de un vecino que dijo que el acusado le había mostrado, la noche anterior al crimen, un arma calibre 32 con cuatro proyectiles.
El magistrado entendió que González es una persona que no acepta frustraciones, que no acepta que le digan que no y Adiana Toledo quería culminar la relación que mantenía con él.
González continuará en libertad, como lo estaba hasta el momento, hasta que la presente sentencia quede firme.
Asimismo se fijó audiencia para el día 29 de julio, a las 8 horas, para que tenga lugar la lectura íntegra de la sentencia.
El Once y Realidad Regional