La línea teléfono que llevaba encima Pocho Morales al momento de su desaparición se activó y daba como referencia geográfica la localidad de San José de Feliciano
Un nuevo capítulo más en la interminable cadena de circunstancias, hasta ahora negativas en el marco de la investigación, se produjeron en casi toda la jornada de este miércoles y que intentan conocer a ciencia cierta qué fue lo que pasó con Juan José “Pocho” Morales desde aquel 30 de agosto de 2011.
Las tareas realizadas por el Fiscal de la causa, Dr. Maximiliano Larocca, y con la colaboración de oficiales de la División Investigaciones trabajó en la localidad de Feliciano, hasta horas de la tardecita y en la que se realizaron diversas acciones procesales a cargo de los funcionarios actuantes.
El inicio de esta investigación se potencia ante un llamado de una sobrina de “Pocho”, que luego ratifica uno de sus hijos, que en forma regular intentan comunicarse con el teléfono que su padre llevaba encima al momento de su desaparición. Hoy, a las 7.30 horas de la mañana esa línea se activó y la misma daba como referencia geográfica la localidad de San José de Feliciano, por lo que inmediatamente se comunicó tal circunstancia a Fiscalía y se coordinó tareas.
La posesión del aparato estaba en manos de un hombre (resguardamos la identidad de los tres involucrados por la investigación en curso) de 57 años de edad, con domicilio en paraje San Víctor. La primera explicación dada por este hombre daba cuenta de que dicho teléfono le había sido entregado por su hijastro un joven de 25 años. Se ubicó a este joven y explicó que ese teléfono lo consiguió gracias a los oficios de otro hombre de 26 años.
Inmediatamente se localizó al tercer individuo y en su declaración en sede judicial dijo que el chip (de la empresa Claro) lo había comprado en un Kiosco del Barrio. Llegaron hasta el comercio y la dueña confirmó que ese chip había sido vendido efectivamente como afirmaba el declarante.
No obstante, fuentes de la investigación, le confiaron a Tal Cual que descreen de la veracidad de los dichos del último declarante, que si bien habría efectivamente comprado un chip, no se trataría del perteneciente a la línea de Morales, que precisamente tendría otra historia hasta llegar a sus manos.
En este sentido no se descartaban algunos procedimientos en la ciudad de Chajarí para seguir el “verdadero camino del chip que pertenece a la línea que tenía “Pocho” Morales”.
Una cuestión que Larocca confirmó es que las tres personas declararon en sede judicial pero no se ha ordenado ninguna detención.
Fuente: Tal Cual