Mientras agentes de la Brigada Abigeato de Feliciano realizaban un operativo de prevención sobre el tránsito vehicular en el acceso a la ciudad por la Ruta Provincial Nº 1, se percatan de la actitud sospechosa de un rodado que al ver el dispositivo policial se tiró bruscamente hacia la banquina apagando las luces para inmediatamente girar en sentido contrario alejándose raudamente.
Ante el intento evidente de fuga se inició una breve persecución hasta hacerle detener la marcha sobre la cinta asfáltica a un Ford Falcón de color rojo, obligando a sus ocupantes, dos personas mayores y dos menores, oriundos de Feliciano a descender para ser palpados de armas por razones de seguridad. Los mismos transportaban en el baúl dos guazunchos eviscerados, pero no se les hallo el arma de fuego empleada para ultimarlo, por lo que se procedió consecuentemente a labrar el acta por supuesta infracción a la Ley Provincial de Caza Nª 4841, donde se dejó constancia del decomiso de los animales salvajes "cuya caza se encuentra vedada" dado que es un especie protegida por correr serios riesgos de extinción, pero más allá de la falta de prejuicios de no cuidar la fauna silvestre, el conductor "responsable" de la cacería furtiva, tampoco poseía licencia para cazar, ni el permiso escrito del dueño del campo donde se llevó a cabo la actividad clandestina, pero para agravar aún más su situación -más allá de andar con menores de edad- ejerció la acción en un horario totalmente prohibido (nocturno).
Prosiguiendo con el operativo, los brigadistas volvieron a apostarse en cercanías del arco de acceso a la ciudad, donde detienen la marcha de un Jeep doble tracción 4x4 donde se conducían 4 personas, entre ellos un menor de 15 años, lo cuales venían de una cacería.
Llevaban dos ciervos axis que capturaron con armas de fuego, las cuales habían quedado en el casco de la estancia por ser propiedad del dueño del campo, dichos que fueron corroborados al inspeccionar el rodado, al no hallarse armas, solo las especies salvajes ya faenadas, las cuales fueron decomisadas por carecer de la licencia para caza mayor, y por no tener el permiso expreso del titular del terreno campestre, a sabiendas que no está habilitado como coto de caza, más allá que la captura de estos cuadrúpedos exóticos se encuentra vedada en esa zona del departamento Feliciano y que encima aprovecharon su indefensión dentro de la oscuridad para matarlos.-