Se podrá atribuir a la falta de fortuna, que debajo del arco hubo un arquero contrario inspirado y que cuando se vio vulnerado apareció un compañero para solidarizarse y despejar alguna pelota de la línea. Que el adversario de turno tuvo una eficacia poco común y que surge después de seis partidos de sequía. En fin, lo que no se puede ocultar es que la falta de gol es una cuestión a la que no se le encuentra remedio. Se cambian nombres pero las soluciones no aparecen. Patronato no fue menos que su contrincante, pero cayó ante Sportivo Belgrano por 2 a 0 en el marco de la 17ª fecha de la Primera B Nacional. Un doblete de Juan Manuel Aróstegui le dio la victoria al conjunto de San Francisco. Sergio Chitero malogró un penal y Gabriel Graciani recibió la quinta amonestación. El domingo, desde las 17, visitará a Gimnasia y Esgrima en Jujuy.
Venir de una derrota y el hecho de ser local obligaban a Patringa a ser protagonista. Y de movida pareció dispuesto a jugar en terreno ajeno. Al minuto una buena gestión de Roberto Brum le permitió a Machín quedar si marcas en el área enemiga y sacar un remate que se perdió cerca del segundo palo de Rigamonti.
A partir de un crecimiento de Franco Dolci en la bomba central y Nicolás Capelino yendo por derecha el Verde logró a asomar la cabeza del fondo y a proponer una lucha más pareja en la zona de gestación.
El Rojinegro intentaba ser prolijo en la salida pero mostraba dificultades cuando el franciscano le tiraba la presión en el primer pase. En una pelota exigida Graciani la mandó atrás con los zagueros caminando hacia adelante. Aróstegui sacó provecho del regalo y ni siquiera le dio tiempo de achique a Bértoli que vio como la pelota le pasaba por un costado y se metía en su arco.
Baldazo de agua fría para una noche que empezaba a ser caliente. Después de asimilar el golpe el Santo intentó ir y generó una chance clara dejándolo a Jonathan López solo frente a Rigamonti, pero el uno visitante se impuso en el mano a mano.
Aún satisfecho con la ventaja mínima Sportivo, viendo las dificultades que tenía el dueño de casa en cada salida intentaba ensuciársela, generando errores como el cometido por Andrade que motivó una carrera Capelino que tocó a Aróstegui que con Bértoli en el piso la mandó por las nubes. La tenencia de la pelota le correspondía casi con exclusividad al Rojinegro que repetía sus inconvenientes al momento de generar. La falta de lanzadores precisos hizo que tuviera una chance en un pase largo de Bértoli que Chitero por poco no pudo empujar al fondo.
El primer tiempo parecía morirse y una sanción fallida del árbitro Argañaraz -no sancionó una posición prohibida y si una dudosa falta sobre Chitero- le dio a Patronato un penal y la opción de la igualdad. El Checo se hizo cargo de la ejecución, pero su disparo de derecha se fue lejos del arco.
SEGUNDO TIEMPO. Osella determinó el ingreso de Lautaro Comas por Graciani, en busca de una mayor profundidad. El juvenil le dio cambio de ritmo del medio hacia adelante y precisión en la pelota parada. A los 8’ el Lauti metió un preciso tiro libre al que Márquez le desvió la trayectoria pero el cabezazo del lateral se fue cerca. Más allá del dominio territorial al Negro le costaba ser punzante. Pretendió encontrarlo con la entrada de Rodríguez Rojas por Guzmán y desborde con Leonardo Acosta por Riki Gómez. Más allá de la prolijidad de RR en la distribución las llegadas llegaron con remates de media distancia y con una carga aérea de Andrade. Mientras los nervios crecían por el lado del local, la visita soñaba con alguna contra que se cristalizó a siete del final cuando Velazco ganó las espaldas de todos, corrió detrás de Andrade y Bogino quiso definir y chocó con un manotazo salvador de Bértoli que cayó en los pies de Aróstegui -adelantado-, el ex Boca no se equivocó y puso el lapidario 2 a 0.
Con vergüenza el Santo fue por el descuento, pero Rigamonti se hizo gigante ante un remate de Márquez y García lo privó al Leo Acosta de concluir una maradoneana jugada sacándole una pelota de la línea después de gambetear a cuatro rivales.
Patronato mostró otra vez su falta de gol. Generó más situaciones que en otras ocasiones ante un rival limitado que se defendió como pudo y fue certero.
Edgardo Comar/ Ovación