Tras igualar sin goles en ambos partidos, "Xeneizes" y "Leprosos", el equipo de Gerardo Martino se impuso 10 a 9 en la definición por penales
El equipo rosarino venció 10-9 en una serie de penales que tuvo 26 remates en el estadio Coloso Marcelo Bielsa.
En el equipo visitante fue expulsado el defensor Clemente Rodríguez, a los doce minutos de la segunda parte, por una reacción agresiva frente al árbitro Germán Delfino.
Boca salió a la cancha con dos líneas bien marcadas a la espera de lo que podía ofrecer su rival en el ataque, Riquelme, intermitente como media punta y Nicolás Blandi sólo en el ataque, con un esquema conservador.
El local, dominador en gran parte del tiempo de la pelota, buscó en exceso por la banda izquierda de su ataque y cayó en repetidos centros bien controlados por la última línea del equipo dirigido por Carlos Bianchi.
Sin tener tanto tiempo la pelota, Boca tuvo la mejor situación de la etapa, en la inspiración de Riquelme, quien a los 28 minutos hizo una buena pared con Blandi y definió desviado lejos del palo izquierdo.
Más allá de una salida poco clara de Boca a los 36m., que Víctor Figueroa terminó definiendo muy desviado por arriba del travesaño, la primera parte se fue con el dueño de casa sin profundidad ni cambio de ritmo y un Boca complacido con su sólida defensa.
Luego del descanso los visitantes tuvieron dos llegadas muy claras para abrir la serie.
A los siete minutos, tras un corner de Walter Erviti desde la derecha apareció la cabeza de Blandi y Milton Casco salvó en la línea la caída de su arco.
A los 11m. Boca volvió a tener la chance para pasar arriba, cuando a la salida de un corner ejecutado por él mismo, Riquelme desde la izquierda envió un centro que encontró la cabeza de Blandi que estrelló la pelota en el palo con Guzmán ya sin defensa.
Sin embargo, ese buen momento de la visita se vino abajo a la siguiente jugada, con una infantil acción de Clemente Rodríguez, amonestado por una infracción en la mitad de cancha y tras `pechear` al árbitro Germán Delfino, vio la tarjeta roja.
De estar a centímetros de adelantarse en el tanteador, Boca se encontró en desventaja numérica y Bianchi envió a la cancha al defensor juvenil Nahuel Zárate por Blandi, dejando a su equipo sin ningún delantero en la cancha.
A pesar de la ventaja de contar con un hombre más, los rosarinos siguieron siendo imprecisos en el ataque y no crearon situaciones de peligro real hasta los 28 minutos con un disparo de Diego Mateo por sobre el travesaño.
Los últimos minutos tuvieron, con lógica, a Newell`s volcado al ataque ante un Boca que siguió siendo prolijo en defensa y sobre el final Orión salvó a su equipo tras un remate de Marcos Cáceres.
Boca había sido superior a lo largo de la llave, pero se vio acotado en la ofensiva tras la salida de Clemente Rodríguez, por lo que apostó a la definición por penales, que tantas alegrías le dieron a Bianchi en ese club.
Tras una definición emocionante en la que se ejecutaron trece penales por bando, los rosarinos ganaron 10 a 9 y avanzaron a las semifinales, dejando sin nada a Boca con el mismo método que en 1991 le ganó el título argentino.
Lejos estuvo el equipo dirigido por Gerardo Martino de mostrar el fútbol vistoso que tiene en el torneo local, pero poco le importará porque en julio jugará las semifinales, con rival todavía sin confirmar.