Pablo, defensor del Marino, se desentendió del partido y saltó a las gradas para tomarse a golpes de puño con un seguidor del Tenerife B.
No fue una jornada del todo feliz para el equipo de Marino; es que la victoria ante el Tenerife B se vio opacada por el insólito episodio que protagonizó Pablo, un defensor del club.
Cuando su equipo ganaba 1-0, y quedaban pocos minutos del cotejo, el jugador vio como desde la tribuna agredían a su padre y hermano y rápidamente se desatendió del encuentro. Se trepó a la tribuna y se tomó a golpes de puño con el hincha del club rival.
Según detallan las fotos del portal Tiembla Heliodoro, el futbolista estaba sacado y tuvieron que intervenir sus propios compañeros y las fuerzas de seguridad.
En lo puramente futbolístico, el Marino continuó con su buena racha, que le aúpa a la segunda plaza del grupo canario de Tercera División con 10 puntos, tras tres victorias y un empate.