El "Pincha" y el “Lobo” igualan 1 a 1. El colombiano Erik Correa abrió el marcador para el conjunto de Pedro Troglio y Matías Aguirregaray convirtió el empate transitorio, en la edición número 150 de la ciudad de La Plata.
El clásico platense se esperaba, se extrañaba. Llevaba más de dos años sin disputarse, por las temporadas que Gimnasia tuvo que permanecer en la Primera B Nacional. El último antecedente entre ambos, quedaba lejos: fue 5 de marzo de 2011, cuando Estudiantes venció por 2-0. Pero hoy, las cosas fueron diferentes, nada sencillas para el Pincha. Porque Gimnasia salió con actitud de clásico, y los locales tardaron en calentar motores, en entender qué es lo que se estaba jugando.
Pero todo arrancó cual es la costumbre de este tipo de partidos, a pura fricción. De hecho, fueron varios los jugadores tendidos en el césped, que le quitaban ritmo al clásico. Recién a los 13 minutos llegó la primera chance importante, y fue para los locales. Joaquín Correa llegó solo por detrás de toda la defensa de Gimnasia y no pudo gritarlo porque Fernando Monetti, rápido de piernas, lo atoró velozmente. En la primera que tuvo el Lobo, a los 21, Erick Correa, capturó un rebote corto que dejó Gerónimo Rulli y abrió el marcador, dejando en silencio al estadio Ciudad de La Plata, repleto de hinchas rojiblancos. El colombiano, proveniente de Chivas USA, fue incluido en la alineación titular por una intuición de Pedro Troglio.
A los 29, Verón se fue lesionado (lo reemplazó Israel Damonte) y el panorama se ensombrecía para Estudiantes, que iba con liviandad por el empate. Gimnasia, en cambio, lo jugaba con el cuchillo entre los dientes, aferrándose al resultado.
En la segunda mitad, el Pincha hizo revolcar por primera vez a Monetti, con un tiro libre de Luna que pasó cerca. Era un aviso, porque pocos minutos después, llegó la igualdad. Saúl Laverni vio una mano de Facundo Oreja que no existió, le mostró la segunda amarilla y así, todo se hizo cuesta arriba para Gimnasia. Más cuando Matías Aguirregaray empató el partido a los 15, luego de otro disparo de Luna y un centro atrás que encontró al uruguayo solo para empujarla.
Todo lo que quedó fue espacio para la emoción. Estudiantes fue con todo sobre Monetti, haciendo valer su superioridad numérica. Lo desbordó siempre por los costados, pero nunca pudo conectar algún envío. Gimnasia tuvo la suya, con un cabezazo de Osvaldo Barsottini, que sacó el ingresado Klusener casi sobre la línea. Al final, golpe por golpe, los dos pudieron ganarlo. Damonte se fue expulsado y Patito Rodríguez salió lesionado. Estudiantes lo terminó con nueve, Gimnasia con 10. Fueron, ambos, con coraje, hasta que Laverni lo terminó.