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Deportes

En un pobre partido Patronato y Gimnasia igualaron 0 a 0



El Lobo y el Rojinegro brindaron un muy pobre espectáculo que terminó sin goles. Diego Osella sigue en su cargo.

La paridad ratificó a Diego Osella como DT del Rojinegro, que el domingo recibirá a San Martín de San Juan, en principio desde las 20. La deuda sigue siendo el juego.
La acumulación de partidos y el desgaste generado por los viajes fue la excusa elegida por Diego Osella para variar media formación, sostener el 4-4-2 y por sobre todas las cosas resguardar el cero en su arco. A excepción de Gastón Rossi la mitad de cancha se pobló con jugadores más bien destinados a obstruir que generar. Lo que muchas veces se definen luego del encuentro como planteo inteligente es un esquema carente de ambición. Eso fue lo que mostró Patronato ayer en el norte del país.
En los 45’ iniciales, más allá de las necesidades, ninguno se atrevió a asumir el rol protagónico. Se prestaron la pelota, abusaron del pelotazo y mostraron serias dificultades para generar situaciones de ataque. Entre un equipo sin ideas como el jujeño y otro mezquino como el Rojinegro el trámite fue un fiasco, en el que Sebastián Bértoli y Lucas Hoyos fueron meros espectadores.
Hubo que hilvanar demasiado fino para encontrar situaciones de ataque en la Tacita de Plata. Un tiro cruzado de Emanuel Urresti que Fabián Espínola no pudo conectar por el segundo palo y una jugada en la que Matías Quiroga reclamó una inexistente mano de Andrade en el área fueron las aproximaciones más serias del dueño de casa. Dos remates de media distancia -uno contenido por Hoyos- y otro desviado fueron las insinuaciones de ataque del Negro en una primera parte rápidamente olvidable.
Peor de lo que se jugó en los 45’ iniciales era imposible. Por eso, en el complemento se esperaba ver otro panorama.
El DT Osella dispuso suplantar a Guillermo Ferracuti por Ricardo Gómez. Con el tucumano en cancha, Patrón fue más vertical y logró darle a la traslación de la pelota mayor precisión.
Una cesión de Ricky para Jonathan López le permitió al delantero de Villa del Rosario ganar las espaldas de los zagueros, pero el envío se fue lejos del arco.
El Lobo, sin argumentos sólidos a la hora de ir al frente, llenó el área Santa de centros. Con Quiroga imponiéndose por elevación, metió dos frentazos que pasaron cerca del horizontal de Bértoli. Muy poco para un equipo que lucha por mantener la categoría.
La impaciencia del poco público local crecía y se trasladaba al campo de juego. Es por eso que el equipo de Mario Gómez comenzó a ir con los ojos cerrados y se desprotegió en defensa. Tuvo opciones para adelantarse en el marcador con un disparo de Solís desde 30 metros apenas desviado. La más clara a esa altura fue una volea de Jonathan Bauman que devolvió el travesaño; en el rebote un manotazo salvador de Bértoli y un cierre oportuno de Márquez le impidieron a Sebastián Sánchez romper la paridad.
En los 10’ finales, el equipo paranaense se dio cuenta de lo conveniente de pelear el partido más adelante. Con la simpleza de Gómez para jugar y la frescura del pibe Lautaro Comas -suplantó a López- para ocupar espacios vacíos, más la inteligencia de Machín -sustituyó a Rossi- también acreditó dos opciones claras como para volver a sumar de a tres.
La figura del arquero Hoyos se interpuso en un mano a mano con Machín y el palo fue aliado del arquero jujeño después de un remate de Carignano. El cero quedó clavado después del pitazo final de Juan Pablo Pompei. No estuvo mal porque uno mostró sus faltas de ideas para atacar y el otro se acordó tarde de hacerlo.

 

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