El envión con el que llegaba Boca luego de vencer a River en el Superclásico, les permitía a los hinchas ilusionarse con conseguir la tercera victoria consecutiva, después de mucho tiempo, y así quedar apenas un escalón por debajo de los líderes Arsenal y Newell's. Sin embargo, enfrente tuvo a un Rosario Central que no salió a especular y antes del clásico rosarino esperaba conseguir una victoria que le de aire e impulso.
Por eso el canalla salió a plantarse bien arriba en el campo de juego, con un buen bloque de jugadores distribuidos en ataque. A poco
de comenzado el juego, Rafael Delgado exigió a Trípodi, que ocupó el lugar de Orion -está con el seleccionado argentino.Luego, fue con varios hombres a buscar un tiro de esquina y, por esa ambición, quedó muy expuesto en una contra que manejó con maestría Juan Sánchez Miño para habilitar a Emanuel Gigliotti quien, a pura confianza, abrió el marcador para Boca. El 1 a 0 no era justo, pero le daba al xeneize la posibilidad de seguir con mayor tranquilidad. Ya tenía lo que necesitaba.
Más allá de estar abajo, el equipo de Russo siguió de la misma manera, aunque sufría las réplicas. Franco Peppino, de cabeza, tuvo la más clara cuando cabeceó solo, casi en el área chica de los locales. Pero la desperdició.
En Boca, Riquelme estaba un tanto desaparecido y Sánchez Miño se hacía eje de su equipo. Adelante, Gigliotti siempre era una amenaza. Apenas iniciado el segundo tiempo, el exdelantero de Colón pudo aumentar, pero lo tapó muy bien Caranta en el mano a mano. A los 20, llegó una de las más claras para Central. Carlos Luna ganó de arriba, metió un buen cabezazo y Trípodi pudo desviar. Luego la pelota dio en el palo, recorrió toda la línea y no entró.
En el último cuarto de partido, Boca sufrió demasiado. Entre el empuje del canalla y el ingreso de Sebastián Abreu, la victoria se puso en
peligro. Sobre todo, cuando el partido se moría y Niell, dentro del área chica, le dio de cabeza al palo. Increíble. Lo que se veía venir, finalmente sucedió. Abreu, inquieto como siempre, recibió dentro del área y luego de un rebote, alcanzó a patear para darle el empate a los rosarinos, casi de carambola. Merecido, claro que sí.
De esta manera, Boca perdió una excelente oportunidad para quedar a un paso de la punta que comparten Arsenal y Newell's -con un partido menos. Para Central, el envión necesario de cara al clásico rosarino, que volverá luego de tres temporadas.