Lanús no pudo acercarse al líder Newell´s Old Boys de Rosario al empatar, como local, hoy con Belgrano de Córdoba 0-0, que clasificó por primera vez en su historia a la Copa Sudamericana, en un partido correspondiente a la 16ta. fecha del torneo Final.

En un trámite discreto y con pocas emociones, el `Granate`, que sumó el cuarto partido sin triunfos (tres empates 0-0 y una derrota), chocó contra el siempre ordenado equipo dirigido por Ricardo Zielinski, que hasta lo pudo ganar con algunas ocasiones de contraataque.

Con este punto, Lanús acumula 29 unidades, quedó a tres de Newell´s que visitará All Boys el lunes, y lo único que mantiene es el invicto como local, con diez victorias y seis empates.

Por su parte, Belgrano de Córdoba ahora tiene 21 puntos y, a pesar de que no pierde hace cinco encuentros, de los últimos siete solo ganó uno, empató cinco y perdió el restante.

Sin embargo, el `Pirata` sigue haciendo historia ya que tras hacer la realizar la mejor temporada en primera división ahora se aseguró un lugar en la próxima Copa Sudamerica, lo que será su primera participación en un certamen continental.

El resultado del partido coincidió con el enfrentamiento de las defensas menos vencidas del campeonato ya que Lanús, con nueve, es el que menos goles recibió y Belgrano lo sigue de cerca con diez.

Con la obligación de ganar, el dueño de casa arrancó atacando desde el primer minuto pero el rival le hizo un llamado de atención, a los tres, cuando Fernando Márquez comandó un contraataque y cuando entró al área definió con la cara externa del pie y el tiro se fue apenas desviado.

Lanús tenía la pelota, la movía, intentaba con Mario Regueiro por un lado y con Silvio Romero por el otro pero siempre se topaba con el habitual cerrojo defensivo del conjunto cordobés que no le daba espacios ni le permitía ver de cerca al arquero Juan Carlos Olave.

El equipo del `Mellizo`, que también intentaba con la pelota parada, recién insinuó sobre el final de la primera etapa con un cabezazo de Guido Pizarro que Olave pudo controlar en un tiempo.

La parte final se planteó de la misma manera pero para Lanús fue todo más complicado ya que desde los 6 minutos se quedó sin el uruguayo Regueiro, quien tuvo que ser reemplazado por una molestia muscular.

Si bien no había pesado mucho en el juego era una de las llaves para poder abrir el partido.

A medida que fueron pasando los minutos Zielinski fue cambiando los intérpretes pero siguió haciendo el mismo papel: el equipo bien parado atrás, sólido de arriba y de abajo y salida rápida para aprovechar los espacios que dejaba en defensa el rival.

La floja actuación de Lanús impacientó al público local que desde los quince minutos bajó un mensaje claro: "Jugadores queremos el campeonato, para salir primero hay que poner más huevo".

El mismo cántico que explotó cuando sintieron que el empate pudo haber sido derrota si César Pereyra, a los 33´, acertaba en el mano a mano que le tapó Marchesín.

Cuando el árbitro Sergio Pezzotta pitó el final del encuentro la imagen de los dos equipos fue contrastante, uno, el local, se retiraba entre tibios aplausos y algunos silbidos por la posibilidad perdida de acercarse a la cima y otro, el visitante, festejaba con la gente un hecho histórico para el club.