El defensor iba en su camioneta cuando lo detuvieron policías bonaerenses vestidos de civil. Al temer un secuestro, el jugador evitó el control. Los efectivos lo persiguieron y le dispararon con balas de goma
El jugador de Independiente fue liberado esta noche, tras permanecer demorado cerca de 8 horas, y abandonó la comisaría 4ta. de Sarandí, después de ser protagonista de un confuso episodio policial, que lo dejó con heridas y contusiones en su cuerpo.
El defensor de la entidad de Avellaneda, al comando de su camioneta, chocó con otros dos vehículos particulares, cuando desobedeció la voz de alto de un aparente móvil policial cuyos efectivos habrían estado vestidos de civil, que le impartieron la orden de detención y que luego le lanzaron balas de goma.Una vez concluído el entrenamiento del plantel `rojo` en el predio de Villa Domínico, el defensor paraguayo se subió a su camioneta y, junto a sus dos hijos y un sobrino, procedía a dirigirse a su domicilio.
Sin embargo, a las pocas cuadras, fue interceptado por un automóvil en el que aparentemente viajaban policías vestidos de civil, que le impartieron la voz de alto para que se detenga.
Morel Rodríguez evitó frenar y siguió a toda velocidad, temiendo que podría tratarse de "secuestradores", según confió Gonzalo Mayo, abogado defensor del jugador."El temor lo invadió y decidió no parar", explicó el letrado, que resaltó que el jugador fue "imputado por resistencia a la autoridad", cuestión que será analizada "por nuestro cuerpo de abogados", según reveló.
"Recibió disparos de balas de goma y quedó lastimado en uno de sus tobillos y en la cara también", agregó Mayo, que insistió que el comportamiento del ex Boca y San Lorenzo tuvo relación directa con la presencia de tres niños a los que llevaba en la camioneta.
"Intentó proteger a los chicos en todo momento. Nadie con tres niños en su auto se va a dar a la fuga así porque sí", se justificó.
Mayo explicó, además, que "no hubo sirena alguna" que justificara que las personas que le impartían la orden de detención eran policías.
Morel Rodríguez, que evitó referirse al episodio amparado en el "secreto de sumario" existente, estuvo acompañado en la dependencia policial por el presidente de la entidad, Javier Cantero, y también por la encargada de seguridad del club, Florencia Arietto.
"Yo tampoco hubiese detenido mi accionar si hay gente de civil que me quiere parar", sostuvo Cantero, mientras abandonaba la comisaría 4ta. de Sarandí.
El titular del `Rojo` calificó el episodio de "mal trance" y remarcó que "molesta el hecho de que fue golpeado y estuvo muchas horas sin comer".
Al parecer, los efectivos que participaron en la persecución y que habrían agredido a Morel Rodríguez habrían sido "pasados a disponibilidad", según confiaron fuentes policiales.
"El trauma le queda a los chicos que están en edad de formación. Cuando ocurren este tipo de episodios con nenes tan pequeños, son cosas que no se olvidan", analizó Cantero, en referencia al perjuicio que el episodio podría causarle a los tres menores que acompañaban al jugador del `Rojo`.
El defensor de la entidad de Avellaneda, al comando de su camioneta, chocó con otros dos vehículos particulares, cuando desobedeció la voz de alto de un aparente móvil policial cuyos efectivos habrían estado vestidos de civil, que le impartieron la orden de detención y que luego le lanzaron balas de goma.Una vez concluído el entrenamiento del plantel `rojo` en el predio de Villa Domínico, el defensor paraguayo se subió a su camioneta y, junto a sus dos hijos y un sobrino, procedía a dirigirse a su domicilio.
Sin embargo, a las pocas cuadras, fue interceptado por un automóvil en el que aparentemente viajaban policías vestidos de civil, que le impartieron la voz de alto para que se detenga.
Morel Rodríguez evitó frenar y siguió a toda velocidad, temiendo que podría tratarse de "secuestradores", según confió Gonzalo Mayo, abogado defensor del jugador."El temor lo invadió y decidió no parar", explicó el letrado, que resaltó que el jugador fue "imputado por resistencia a la autoridad", cuestión que será analizada "por nuestro cuerpo de abogados", según reveló.
"Recibió disparos de balas de goma y quedó lastimado en uno de sus tobillos y en la cara también", agregó Mayo, que insistió que el comportamiento del ex Boca y San Lorenzo tuvo relación directa con la presencia de tres niños a los que llevaba en la camioneta.
"Intentó proteger a los chicos en todo momento. Nadie con tres niños en su auto se va a dar a la fuga así porque sí", se justificó.
Mayo explicó, además, que "no hubo sirena alguna" que justificara que las personas que le impartían la orden de detención eran policías.
Morel Rodríguez, que evitó referirse al episodio amparado en el "secreto de sumario" existente, estuvo acompañado en la dependencia policial por el presidente de la entidad, Javier Cantero, y también por la encargada de seguridad del club, Florencia Arietto.
"Yo tampoco hubiese detenido mi accionar si hay gente de civil que me quiere parar", sostuvo Cantero, mientras abandonaba la comisaría 4ta. de Sarandí.
El titular del `Rojo` calificó el episodio de "mal trance" y remarcó que "molesta el hecho de que fue golpeado y estuvo muchas horas sin comer".
Al parecer, los efectivos que participaron en la persecución y que habrían agredido a Morel Rodríguez habrían sido "pasados a disponibilidad", según confiaron fuentes policiales.
"El trauma le queda a los chicos que están en edad de formación. Cuando ocurren este tipo de episodios con nenes tan pequeños, son cosas que no se olvidan", analizó Cantero, en referencia al perjuicio que el episodio podría causarle a los tres menores que acompañaban al jugador del `Rojo`.